Seguidores

domingo, 24 de agosto de 2008

EL PERRO Y LA CALUMNIA

Ademas de su jovialidad y ocurrencia Manuel Nicolas Ariza "macola" era como politico un buen amigo, como enemigo terrible y como buen sanjuanero "lengua larga". Cierto dia en la gallera de San Juan del cesar, como a las cuatro de la tarde- despues que su gallo llamado "la niña chave" habia perdido la pelea estelar- aun no habia almorzado. con lo poquito que le quedo de las apuestas compro una carne asada a un muchacho que las vendia en una olla. luego se acerco al puesto de ventas instalado en el patio a comprar una gaseosa para acompañarla. Al llegar al puesto un perro amarillo, flacuchento, de esos que que abundan en la guajira, dio un salto y velozmente le arrebato la carne de las manos.
Salio corriendo detras del perro tirandole piedras que no daban en el blanco. A la ira ocasionada por la perdida de la carne y por la mala suerte que habia tenido en la pelea de gallos, se sumaba el hambre atroz que lo consumia; deseperado por la furia, seguia tirandole piedras al perro e insultandolo, sin atinarle. tenia necesidad de castigarlo porque le habia quitado el unico alimento que vendian en la gallera y eso le daba un extraño animo para vengarse. Seguia corriendo y lanzandole piedras al perro inutilmente y ya seguro de que no le iba a dar, se decia asi mismo:
-De que me las paga... me las paga...
Ante la evidencia de su inutilidad, grito fuertemente al perro:
-¡Esta bien! ...¡perro e mierda! ... ¡te comiste mi carne y no te he podido alcanzar! ... ¡pero tu tampoco la vas a disfrutar! ... ¡te voy a calumniar!
Yponiendose las dos manos en la boca, abiertas como como bocina, comenzo a gritar simulando angustia y desepero:
-¡ahi va un perro con malderrabia! ... ¡ahi va un perro con malderrabia!
Todos los que lo oyeron se sumaron a la persecucion y una andanada de palos y cuanto objeto pudieron encontrar a la mano, cayo sobre el cuerpo del pobre perro, matandolo instantaneamente.

Anecdotario Guajiro II, Pablo Fonseca y Cesar Enriquez

VE QUE ESA NO TIENE HOMBRO

En la epoca aquella en que los hombres eran mas serios que ahora, Carlina Marulanda Plata se encontraba de amorios con Jesus Lottmann Gonzalez y acostumbraba recibir la visita de su enamorado todas las noches en la puerta de su casa.
Debido a que las visitas se prolongaban hasta altas horas de la noche, un dia Enrique decidio pasearse por la casa y que darse despierto hasta verle el final a la visita.
Los muchachos tenian, frente a la casa de visitas, un arbol frondoso que les cubria todo el rostro. Enrique, que se encontraba de caceria, recostado del lado interno que daba a la ventana, escuchaba todas las frases bonitas que se decian los enamorados, Jesus y Carlina, que, entre otras cosas, estaban en visperas de contraer matrimonio.
Para la epoca las mujeres se casaban aun siendo todavia señoritas. A la altura de las once de la noche, Jesus se estaba tomando unas cervezas y se sentia en temple.
Enrique, muy pendiente del negocio, escucho musitandole jesus a la novia:-Carlina mi amor, regalame una pruebita; nada mas la cabecita, mi amor, nada mas la cabecita. A lo que Enrique, desde la ventana, le advierte a su hija:-"¡cuidao, oite, ve que esa no tiene hombro!".

Enrique "puyalito" Marulanda Aaron, anecdotas Jose Ceferino Nieves

HOY NO

Tres dias de estar parrandeando tenia Don "toba" en el festival del fique de la Junta Guajira, y visito a un sobrino suyo y este le pregunto: -"¿Tio, usted no ha comido?". "toba", con sinceridad respondio:-"yo he comido, ¡hombre que ha comido en esta vida he sido yo!", y enfatizo: ¡pero hoy no!.

Cristobal "toba" Mendoza Acosta, anecdotas Jose Ceferino Nieves

LA SENTENCIA

El doctor Hebert Hernan Mendoza Acosta es el primero que fue a cursar estudios de derecho a bogota. En unas vacaciones de Semana Santa, "toba" evidencia de cerca, los cambios de habitos tan rapidos que habia generado la fria capital en su hijo, ya casi convertido en un profesional.
"toba", como buen hombre de provincia, acostumbrado a levantarse a tempranas horas de la madrugada, una hermosa mañana, observo al hijo de su ogullo, levantarse a eso de las nueve en pijama, con bata de baño a bordo, pantuflas, cepillo de dientes en mano, jabonera, shampoo, enjuague, crema de afeitar y prestobarba.
"toba" como gato en caceria, de manera silenciosa, se le acerco a la puerta del baño y lo sentencio: Herbert: ta bien que tengai esa batola gris, ta bien que te pongai esa pantufla con hilito. Ta bien que tengai espumita en toda la cara. -"pero como te vea orinando agachao te mato".

Cristobal "Toba" Mendoza Acosta, anecdotas Jose Ceferino Nieves

Más allá de los trupios, la iguaraya, los vientos, la tuna, el cardón y las noches estrelladas…dormita un pueblo de puertas abiertas y manos tendidas, destilando generosidad.

Ramiro A. Choles Andrade