Más allá de los trupios, la iguaraya, los vientos, la tuna, el cardón y las noches estrelladas…dormita un pueblo de puertas abiertas y manos tendidas, destilando generosidad.
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Datos personales
- guajiramente
- Soy, fruto del cruce de un contrabandista de color y una majayura wayuu de la región de ipapure en la alta guajira.
Riohacha puerto de aguas bicolores.
El puerto de Riohacha, que por tanto tiempo atrajo mi anhelo. (…). Puerto de aguas bicolores. De un lado, hacia la costa, amarillas, terrosas; y del otro, hacia fuera, hacia el mar, hacia la distancia, azules, azules, marinas, marinas. Pocas aguas tan azules como las de Riohacha a 500 metros de la playa. Y es porque el Calancala no deja que el azul se acerque demasiado a la costa. Él Calancala va metiendo su cabecita en el mar. ¡Su cabecita amarilla, gredosa, que viene cansada de ser tanto tiempo cabeza de rio! Tiene sed del agua de mar, salada, fuerte, el, que lleva unas aguas dulzarronas y anodinas. Y, en recompensa al mar, por su baño de frescura y de inmensidad, le proporciona ese color que trajo desde tan lejos. Eduardo Zalamea Borda, 4 Años a bordo de mi mismo.
El cerro pintao de Villanueva Guajira
Es el alma de lo villanueveros y el punto más alto para hablar con Dios, ahí con la nariz metida entre las nubes y las rodillas sobre el elegante y perfumado frailejón. El cerro Pintao representa la lírica del romanticismo villanuevero y desde la calles del pueblo soñamos con su cima a veces borrascosa, a veces prístina y desde cualquier punto que se pueda ver siempre dirigimos la mirada hacia las alturas tratando de contemplar las pintas del “Tigre del Perijá”, desde niño hemos hecho eso y él ha contribuido con nuestro crecimiento espiritual. EL CERRO PINTAO DE VILLANUEVA, Rosendo Romero. Periodico el Pilón
Mezquita árabe en la ciudad de Maicao
En esa etapa de nuestra historia, que podríamos llamar de “descubrimiento real”, cuando un foráneo, un desconocedor y desconocido de la Guajira llegaba a estas tierras, la sensación que sentía era la de estar pisando tierra extranjera, que había entrado en contacto con un territorio y un pueblo distinto al resto de la patria colombiana, con todas las características de una nación. (…). Esta situación fue registrada magistralmente por el periodista Alberto Mendoza Morales en su serie “Anatomía de un país”, publicado en el diario El Espectador, en el año 1976: “El guajiro no es colombiano, tampoco es venezolano. Es guajiro”. EL HOMBRE GUAJIRO DESCUBRIMIENTO Y “NACIONALIZACION”. Ángel Acosta Medina.
Contrabandistas de gasolina
La Guajira aparecía como anexada con la curiosa figura de un puño levantado. Casi como si fuéramos apenas un pueblo imaginario ubicado en las borrosas fronteras de la patria, la percepción que el país tenía era la misma que el mundo occidental tenia de Oriente, cuando creíamos que la historia y cultura de aquellas lejanas tierras no eran más que los fantásticos relatos de “Las mil y una noches”. Nosotros, como aquellos, también teníamos nuestros Aladinos en figura de brujos y héroes mitológicos como Francisco El hombre, y nuestros Alí Baba en figura de contrabandista con cuevas y caminos indescifrables para el estado. EL HOMBRE GUAJIRO DESCUBRIMIENTO Y “NACIONALIZACION”. Ángel Acosta Medina.
Salinas de Manaure
PENÍNSULA Vivimos entre lo poco y la abundancia, entre el sueño anunciador y la serena vigilia… somos la angustia sonriente aumentadora de vida… somos un dibujo de nudos en la urdimbre del entorno, la complacencia de ser tierra y respiración, indivisibles. Vito Apüshana
Muelle de Riohacha
"Al fin y al cabo, a veces creo que Francis Drake asaltó a Riohacha sólamente para que García Márquez escribiera la saga de los Buendía y mi abuelo y yo pudiéramos buscarnos por los laberintos más intrincados de la sangre, para que, por fin y para siempre, Cien años de soledad me cambiara la vida." Ruben Dario Alvarez, La novela que cambio mi vida. DIARIO EL UNIVERSAL, 4 de mayo del 2014
Pütchipü’ü. El palabrero wayuu
El bastón de los palabreros es un apoyo para el cuerpo y para la mente. La retorica de la paz. Revista Semana
La retorica de la paz
En una entrevista con un palabrero Weidler Guerra le preguntó qué diría para conciliar una disputa por violación, uno de los crímenes más graves para los wayúu. Él le contestó que le pediría a la familia de la víctima que entendiera a ese hombre de poco valor que no encontró las palabras para enamorar a la mujer que deseaba. Pütchipü’ü (la retorica de la paz) Revista Semana
¡Salve Riohacha!
El rugido eterno de tu mar embravecido, modela la bravura de tus hijos. Tienes un representante autentico del valor espartano de tu raza: ¡Padilla el prócer legendario! Y otro de talento: ¡Robles el caudillo! Confía en tu porvenir ...¡Espera! (Víctor Manuel Fuentes Jimenez, Poema "Salve Riohacha")
La Guajira: Realidad mágica
Aquí está el mar, el desierto, la luz, la energía y la magia. Esta el verano perpetuo, el trópico embrujado. Esta el mayor espacio vital del pueblo wayúu. Aquí sentimos a plenitud el sol y la fuerza y vitalidad de una cultura. También el viento fresco y puro que viene del mar. Tomado del libro La Guajira: Realidad mágica. Pepe Palacio Coronado
Velorio wayuu
El indio guajiro tiene una ciega creencia en la inmortalidad del alma, justifica que los bienes economicos del difunto deben gastarse con derroche en su velorio, para que sea debidamente honrada su memoria -porque sino - su alma inmortal mandará desde ultratumba una epidemia que acabe con esos bienes, para que los que egoistamente no han querido gastarselos sean privados de gozarlos, a la vez que el alma de esos animales transportados en alas del espiritu viajen hacia las regiones suprasensibles de la inmortalidad a hacerle compañia a su antiguo dueño. Antonio Joaquin Lopez, Los dolores de una raza. 1957
Camiones de contrabando
…no era vaca ni era caballo, ciertamente no era burro, ni era ventarrón, ni cabra, era una cosa completamente desconocida por mí. Al encontrarme tumbado en el suelo, vi pasar tal cosa, jamás había visto una cosa que se pareciera: no tenía patas, tenía una cabeza grande de color verde, era de cuerpo grueso y pequeño, se le veían unas partes negras por debajo y por delante, se le observaban unos abultamientos por su frente, a lo mejor eran los ojos, en la parte lateral de la cabeza, se observaban unos huecos, a lo mejor sean sus oídos, pero en la parte posterior del cuerpo era muy ancho, no tenía carne, se le veían las costillas… (81). Miguel Angel Jusayu, Ni era vaca ni era caballo (cuento)
"José Prudencio Padilla: Primer Almirante de Colombia".
“Y este héroe tan valiente y afortunado, que supieron respetar las balas enemigas, murió tristemente en un banquillo, victima de la mas grande injusticia, despedazado su noble corazón no tanto por las balas asesinas, como por la ingratitud de sus amigos y compañeros de armas, y de la patria que con su sangre, y sus esfuerzos había ayudado a fundar…” Un asilo en la Goajira, Priscila Herrera Núñez, 1879.
La palabra en el Wayuu
El concepto de la “palabra” es un don que se utiliza como medio para arreglar los conflictos de cualquier índole que sean, tales hechos generan un acuerdo, si este acuerdo no se cumple, se pierde el Honor de toda una familia. Tomado de EL COMERCIO EN LA GUAJIRA ENTRE 1940 Y 1970: PRÁCTICAS EN TORNO AL HONOR. LUZ ÁNGELA MOVÍL GÁMEZ
Memorias de un cardon
No me reconoces, pero yo si porque en el fondo no somos tan distintos; los dos maduramos al sol y al viento, a las dos nos crecieron espinas. las mias en el cuerpo por conservar el agua, las tuyas en el alma para evitar ser arrastrada por los vientos de la desgracia. Memorias de un cardon, Mildred Najera Najera
Guajira, labios de sal.
Aquí está frente a mis ojos la Guajira que tiene labios de sal y espumas en las pupilas, corazón de yotojoro, sangre, leche y agua indígenas. Ay, la Guajira! Lágrimas de aire y arena, espíritu de ceniza, con amplias venas de sed entre angustia y agonía…. (Fragmentos “Luna de Arena”, Acto I) Arturo Camacho Ramirez
Hospitalidad Wayuu
En una esmirriada enramada les colgaron vistosos chinchorros. Sin dificultad negociaron fusiles, revolveres, tiros y telas por perlas y coral. David Cotes quiso regresarse inmediatamente, pero le ofrecieron hospedaje y el guia le recordo con la certeza del que conoce: -Se ofende al wayuu despreciandolo. El honroso vericueto de mi linaje, Vicenta Siosi Pino.
Arnoldo "El guajiro" Iguaran
El narrador Édgar Perea los cantó diciendo: “¡Golazo de Iguaran, el hijo de esa tierra que se mete en el mar como queriendo pelear!”. Iguaran, ‘el guajiro’ que hablaba con goles. Manuel Ortega Ponce. El Heraldo de Barranquilla.
pozo del totumo
...un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. cien años de soledad. Gabriel Garcia Marquez
Sol de La Guajira
Había tanta luz, se desprendía un resplandor tan fuerte de la inmensa extensión blanca, que parecía que un sol hubiera descendido a la tierra. Cuatro años a bordo de mi mismo. Eduardo Zalamea.
identidad
¡Guajira, Guajira, tierra de indios y negros y blancos que forman la tricolor bandera de la raza! ¡De mi raza mestiza y mulata!. Cuatro años a bordo de mi mismo. Eduardo Zalamea
Francisco el hombre.
Meses después volvió Francisco el Hombre, un anciano trotamundos de casi 200 años que pasaba con frecuencia por Macondo divulgando las canciones compuestas por él mismo. En ellas, relataba con detalles minuciosos las noticias ocurridas en los pueblos de su itinerario, desde Manaure hasta los confines de la ciénaga…….. …Francisco el Hombre, así llamado porque derrotó al diablo en un duelo de improvisación de cantos, y cuyo verdadero nombre no conoció nadie…… …Cantaba las noticias con su vieja voz descordada, acompañándose con el mismo acordeón arcaico que le regaló sir Walter Raleigh en La Guayana, mientras llevaba el compás con sus grandes pies caminadores agrietados por el salitre….. Cien años de soledad, Gabriel Garcia Marquez
Superioridad Wayuu
Los seres que carecen de la hipocresía que da la educación del mundo civilizado reaccionan con naturalidad, tal como perciben las cosas. Es en lo inmediato que están contentos o descontentos, alegres o tristes, interesados o indiferentes. La superioridad de indios puros como esos guajiros es impresionante. Nos superan en todo, pues si aceptan a alguien, todo cuanto tienen es de el y, a su vez, cuando reciben la mas pequeña atención de esa persona, en su ser hipersensible, se conmueve profundamente. Tomado del libro Papillon de Henry Charriere.
Nobleza Wayuu
Esta tribu Guajira tan temida, tanto por otras tribus como por los blancos, ha sido para mi un puerto donde respirar, un refugio sin igual contra la maldad de los hombres. En el he encontrado amor, paz, tranquilidad y nobleza. Tu salvaje forma de vivir y de defenderte me ha enseñado una cosa muy importante para el futuro: que vale mas ser un indio salvaje que un magistrado licenciado en letras. Tomado del libro Papillon de Henry Charriere.
Los Wayuu
Dispuso una magnifica hamaca de lana multicolor, muy amplia, y en la que podian acostarse holgadamente dos personas de traves.(...) Me he acostumbrado a esa vida y me percato de que no conviene seguir viviendo asi mucho tiempo, pues podria ser que se me fueran las ganas de marcharme. Tomado del libro Papillon de Henri Charriere.
Parque eolico en la alta guajira
De dia es el sol intenso, candela pura que quema la planicie/ de noche es el viento sin fronteras que trota y salta en el tiempo. En el dia el sol incendiante, en la noche, el viento cargado de brujeria. Sol y mar, Armando Torregroza Perez
Templo del mar
...la leyenda cuenta que el mundo surgio esplendorosamente una mañana en el cabo de la vela. Amanecer de colores, Armando Torregroza Perez
Soledad y magia
La vida en esta soledad esta en el aire, en la energia solar, en la tierra de la realidad y el mito. en el transitar y la magia del hombre. Sol y viento, Armando Torregroza Perez
Riohacha
La ciudad es cuna legendaria de gentes de raigambre hospitalaria y de profunda intrepidez marina. Beso del mar, Luis Alejandro Lopez
Homenaje al Almirante Jose Prudencio Padilla
“Al abordaje” pareciera gritar el monumento que honra al mas Caribe de nuestros héroes guerreros. Padilla y el sitio de Cartagena, Rodolfo Zambrano Moreno
La antigua Riohacha
Debemos permanecer atentos, no solo cuando quieran volver oscuras las soledades que nos habitan, queriéndose llevar aun más de las riquezas naturales que nos quitan; sino también para defender nuestro acervo terrígeno, dándole forma a los acontecimientos, vivificando con ellos nuestra identidad y grandeza de pueblo. Victor Bravo Mendoza
BELLEZA WAYUU
Lágrimas, Semen del cielo, Humedad, Raíz, Mundo subterráneo que germina. Desierto encantado, Mujer vestida de cactus en flor. Claudia Almansa, Poema Wayuu
Riohacha fantasia natural
Mi mayor sorpresa, desde luego, fue la primera visión de Riohacha, la ciudad de arena y sal donde nació mi estirpe desde los tatarabuelos, donde mi abuela vio a la virgen de los Remedios apagar el horno con un soplo helado cuando el pan estaba a punto de quemársele, donde mi abuelo hizo sus guerras y sufrió prisión por un delito de amor, y donde fui concebido en la luna de miel de mis padres. (Obra: “Vivir para Contarla” 2002 Gabriel García Márquez).
Playas de Riohacha
Mi madre debía pensar lo mismo del mar de Ciénaga, pues tan pronto como lo vio aparecer a la izquierda del coche, suspiró: -¡No hay mar como el de Riohacha! (Obra: “Vivir para Contarla” 2002).
Riohacha ciudad multicolor
El Doctor Gastelblondo, más preocupado por las preocupaciones del enfermo que por sus enfermedades irredimibles, era el único que sabía hablarle con la verdad sin mortificarlo. “El mundo acabándose y usted pendiente de Riohacha”, le dijo. “Nunca soñamos con semejante honor”. La réplica fue inmediata: “De Riohacha depende la suerte del mundo”. (Obra: “El General en su Laberinto”. 1989).
Angel Amaya, el palabrero wayuu que calma los conflictos.
Con la vida todo lo puedes, con la muerte nada. ¿deseas a una mujer de quince años? la tendras. Aunque seas viejo, al menos podras acariciarlas con las manos. Aunque seas un hombre flojo, ya veras como la mantienes. Aqui estan tus sobrinos, tus hermanos menores. Buscale unos bienes. No importa que seas rico, tu solo tienes parientes pobres. Acuerdate de ellos. (Palabras para persuadir a un anciano wayuu de aceptar una compensacion, tomado de La disputa y la palabra, la ley en la sociedad wayuu, Weilder Guerra Curvelo.
Palabrero wayuu
Cuando terminamos de arreglar un problema entre familias y nos marchamos del lugar adonde hemos llevado la palabra, quedan en el suelo los trazos y figuras que hemos hecho con el baston mientras hablamos y escuchamos. Ellas podran perdurar por un instante corto o por un instante largo, mientras el viento las borra de la arena, pero queda un vacio a nuestra marcha y entonces diràn quienes escucharon nuestra voz. -Alli estuvo, alli se sentò en ese banco, allì hablò el palabrero. Porque el viento podrà borrar las marcas de la arena pero no nuestras palabras de la memoria de los hombres. (tomado de La disputa y la palabra, la ley en la sociedad wayuu, Weilder Guerra Curvelo)
Riohacha nocturna vista desde el muelle
Ahora recuerdo que algunas calles de Riohacha fueron devoradas por el mar. Yo no hubiera huido cuando llego la inundación. Me hubiera quedado allí y –a todo nos acostumbramos- estaría ahora vendiendo a las sirenas collarcitos de cuentas de vidrio. Me parece que una de esas calles se llamaba calle de la joyería, o de la platería. En todo caso, era una calle cuyo nombre era musical, lleno de tañidos, de sones, de notas. El mar estaba cerca y quiso que sus olas fueran más sonoras.4 años a bordo de mi mismo, Eduardo Zalamea Borda 1934
Manaure Guajira
…Unas piramides de sal que apuntan hacia el cielo hiriendo las mañanas. Tomado del poema Perfil de sal, de Limedis Castillo Mendoza
desierto de la Guajira
… La Guajira es un templo al aire libre donde se oficia el ritual de lo imposible (…) los cactus, inmensos candelabros de esperanza abriendo sus brazos hacia el infinito en una plegaria silenciosa y solitaria, como si estuvieran musitando una oración de nordeste, de arena, de sol y de sal, implorando soluciones …
atardecer en la Guajira
En esta tierra (…) los pensamientos y los sueños se entrecruzan así como se entrelazan los hilos de los chinchorros y las mochilas, para producir una sola trama.
Cabo de la vela
Cabo lleno de vuelos, de rumores, de olas y de aves. Avanzada de la tierra sobre el mar, vigía eterno que estas entre la espuma blanca y las olas azules, verdeazules, con tu perfil de siglos. Saliste de las ondas, terroso, fuerte, de rocas, para airearte con los vientos alisios perfumados. Cabo sonoro, solitario cabo, rítmico Cabo de la vela, que estas crucificado en la cruz de aire que señalan los puntos cardinales, con la mirada de toda tu mole eternamente fija en las estrellas. Tomado del libro Cuatro años a bordo de mi mismo, Eduardo Zalamea Borda
la Guajira foto satelital
Su figura es la de un brazo fuerte y musculoso, cuyo contorno marcan golfos y bahías. Es una tierra árida, de sol, de sal, de indias y de ginebra. Tomado del libro 4 años a bordo de mi mismo, Eduardo Zalamea Borda
Parque almirante Padilla Riohacha
El nombre de la ciudad a donde voy, es un nombre hibrido. Media palabra es masculina, y media, femenina. Riohacha. El rio –tardo. Pesado, con su carga de nubes-. Y el hacha. Lo más vigoroso. Lo que proporciona la sensación del golpe y del esfuerzo. Y el rio, dulce, femenino, perfumado. El hacha que florece callos en las manos del hombre y el rio que es todo suavidad y caricia. Tomado del libro, Cuatro años a bordo de mi mismo, Eduardo Zalamea Borda.
corrales de chivos semejan coronas de espinas gigantes
¡Guajira, Guajira, tierra de indios y negros y blancos que forman la tricolor bandera de la raza! ¡De mi raza mestiza y mulata!. Tomado del libro Cuatro años a bordo de mi mismo, Eduardo Zalamea Borda.
laguna de los patos alta guajira
En mi pensamiento, mi mayor metafora es la Guajira. Victor Bravo Mendoza
cabo de la vela
"Al tiempo que venia navegando y de la costa con algun desvio, vieron aquestes cabo blanqueando que parecia vela de navio..." de: Juan de Castellanos
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